Será el próximo 27 de julio cuando se produzca uno de los eclipses lunares más largos del siglo XXI, durando casi cuatro horas.
La fase total tendrá una duración de una hora y 43 minutos, durante los cuales nuestro satélite natural adquirirá un color rojizo, conocido popularmente como ‘luna de sangre’.
Este fenómeno natural podrá ser visible desde África, Oriente Medio y países de Asia central. Además, cuando esté terminando, podrá presenciarse desde el este de América del Sur y en su comienzo desde Australia.
En el evento, la Luna se vuelve de color rojo intenso o marrón rojizo, en lugar de oscurecer por completo.
El efecto se debe a que la luz solar que atraviesa la atmósfera de la Tierra se curva alrededor del borde de la Tierra y cae sobre la superficie de la Luna.
A diferencia de los eclipses solares, para observar este fenómeno no se necesita de ningún equipo especial para proteger los ojos.
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