La contaminación por PM2.5 incrementó el año pasado en los cuatro municipios que reciben las emisiones de la Refinería de Cadereyta durante la mayor parte del año, según reveló esta semana el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, liderado por Selene Martínez. Más tarde, esta información fue sustentada por la Secretaría de Medio Ambiente, encabezada por Alfonso Martínez Muñoz.
Un aumento considerable en las concentraciones de PM2.5 fue registrado por las estaciones de monitoreo ambiental en Cadereyta, Juárez, Escobedo y San Nicolás, los municipios más afectados por las emisiones de la refinería de Pemex, al superar ampliamente el límite de 10 microgramos por metro cúbico establecido en la Norma de Salud mexicana.
El promedio anual de PM2.5 alcanzó 21.57 microgramos por metro cúbico durante el año pasado, lo que representa el nivel más alto desde 2020, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente estatal. "Un factor adicional que debe tomarse en cuenta es que hubo un incremento en la refinación diaria de barriles, comparado con el año 2023, y hay una relación lineal entre el incremento en la producción y el aumento en la contaminación", comentó.
Consideradas la forma más peligrosa de contaminación atmosférica, las PM2.5, por su diminuto tamaño, permanecen suspendidas en el aire por horas o días. Esto les permite ser altamente tóxicas, ya que ingresan directamente al torrente sanguíneo, al provocar graves afectaciones a la salud.
Complicaciones durante el embarazo, como el parto prematuro o el bajo peso al nacer, son algunas de las consecuencias de la exposición a PM2.5, junto con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, problemas cognitivos, trastornos neurológicos y un sistema inmunológico debilitado. Además, estas partículas aceleran el envejecimiento de la piel y reducen la longevidad.
Las altas concentraciones de partículas finas PM2.5 pueden provocar padecimientos cardiovasculares y respiratorios graves como infartos o cáncer pulmonar, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
La estación de monitoreo de Cadereyta fue la que experimentó el mayor aumento de PM2.5 en 2024, afirmó Martínez Muñoz, lo que convirtió a la refinería en una de las fuentes más importantes de contaminación en la región. "No se debe escatimar ningún esfuerzo para tener funcionando al 100 por ciento los procesos anticontaminantes, más cuando se está incrementando la refinación", puntualizó.
Insistieron en que Pemex se incorpore al Programa Integral de Gestión de Calidad del Aire (Pigeca), además de gestionar con la Semarnat una reunión con Pemex para dar seguimiento a las acciones destinadas a mejorar sus equipos y procesos.
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